Aparte del aparente displacer que causa el abatimiento,
el súbito subir y bajar de la marea.
Debes sentir y vivir esa tormenta, debes enfrentar las corrientes,
que aunque abrazadoras y artificiosamente interminables,
son la única vía segura hacia la total liberación,
hacia el descubrimiento del nuevo mundo,
hacia la calma,
que consigo trae la verdad o la libertad.