Es fácil amar a quien conocemos,
Pero ¿es ese amor realmente amor,
O es simplemente una forma de confort,
Una forma de evitar el riesgo y la incertidumbre?
A quienes son familiares y amigos,
A veces, ese amor es una carga,
Una forma de negar nuestra libertad,
Una forma de esconder nuestra verdadera identidad.
A quienes compartimos nuestras vidas,
A veces, ese amor es una ilusión,
Una forma de negar nuestra soledad,
Una forma de huir de nuestra verdadera esencia.
Pero ¿qué hay de aquellos a quienes no conocemos,
De quienes son extraños y lejanos,
De quienes vienen de otras culturas y lugares,
De quienes son diferentes a nosotros?
¿No es ese amor el verdadero amor,
El amor que nos desafía y nos hace crecer,
El amor que nos obliga a enfrentar nuestros miedos y nuestras incertidumbres,
El amor que nos muestra nuestra verdadera identidad y nuestra verdadera esencia?
Es más difícil amar a quien es diferente,
Pero ¿no es ese amor el amor más auténtico,
El amor que nos obliga a salir del comfort,
El amor que nos hace cuestionar nuestras creencias y prejuicios,
El amor que nos hace más humildes y compasivos?
A quien no entendemos o no conocemos,
A quien nos causa miedo o incomodidad,
A quien es una amenaza para nuestras creencias,
¿No es ese amor el amor más verdadero,
El amor que nos hace más libres y más humanos,
El amor que nos hace más vivos y conectados,
El amor que nos hace más completos y realizados?
Así que amemos a quien es difícil amar,
A quien nos cuesta entender y aceptar,
A quien nos hace cuestionar nuestras creencias,
A quien nos hace sentir incómodos y vulnerables,
¿No es ese amor el amor más valioso y necesario,
El amor que nos hace más fuertes y más verdaderos,
El amor que nos hace más humanos y más amados?
Amar a quien es difícil amar,
Es un acto de fe y de pasión, Es un acto de sacrificio.