Es difícil amar a alguien,
Cuando estamos atados a nuestras propias ambiciones,
Cuando nuestro corazón está lleno de egoísmo y avaricia,
Cuando nuestra mente está llena de prejuicios y temores.
Es fácil amar al otro,
Cuando nuestro corazón está libre de ataduras,
Cuando nuestra mente está abierta y compasiva,
Cuando nuestro espíritu está lleno de alegría y esperanza.
Pero ¿cómo conciliar ambas cosas?
¿Cómo amar al otro y no perder nuestra propia identidad?
¿Cómo amar al otro y no traicionar nuestra propia libertad?
¿Cómo amar al otro y no renunciar a nuestras propias ambiciones?
Es un conflicto que surge,
Cuando amamos al otro y ganamos algo,
Cuando debemos renunciar a nuestro propio deseo,
Cuando debemos desarmarnos para que el otro sea el importante.
Es un acto de amor,
Ese acto de renuncia y de sacrificio,
Ese acto de humildad y de compasión,
Ese acto de libertad y de verdad.
Es el amor por el otro,
Ese amor que nos hace más humanos y más amados,
Ese amor que nos hace más libres y más verdaderos,
Ese amor que nos hace más fuertes y más completos.